El debate actual sobre un posible aumento de los derechos de pesca de anchoveta para la elaboración de harina y aceite de pescado genera una desazón entre los actores de esta industria. Ello debido a la falta de visión que tiene el Ministerio de La Producción sobre este sector y todo el potencial que tiene para mejorar los indicadores de crecimiento del país.

El debate generalizado en redes sociales sobre este tema muestra una presencia de personajes autodenominados “defensores del mar” que a partir de una intensa campaña de desinformación han tratado de posicionar la idea de que la industria pesquera se queda con “millones” en sus bolsillos y “no le deja nada al pueblo”. Nada más alejado de la realidad teniendo en cuenta que, según el estudio realizado por EY, el 50% de la utilidad operativa se usa para pagar tributos y obligaciones.

También debemos tomar en cuenta las movilizaciones realizada los últimos días que terminó en una huelga general el último 8 de marzo, que recién dio pie para que el Ministro Pérez-Reyes escuche lo que tienen que decir los trabajadores pesqueros sobre este tema que, entre otras cosas, afectaría sus ingresos de forma drástica, si se llegara a aplicar.

Todo esto genera mucha preocupación sobre el futuro de la industria pesquera, hay que tener en claro que esta actividad genera muchos puestos de trabajo y miles de familias dependen de ella.

Lo que esperamos del Ministerio de la Producción es que no se piense en cálculos políticos ni en medidas populistas o complacientes con minorías revoltosas. Esperamos decisiones con argumentos técnicos y que se prioricen la competitividad el sector que el último trimestre del 2018 tuvo la capacidad de dinamizar el crecimiento del PBI.