Una parte importante del proceso de extracción artesanal de peces del mar es el desembarque de toda captura de la jornada. Para esto, se necesita un muelle en la costa que sirva como Desembarcadero Pesquero Artesanal (DPA). Estos lugares deben estar acondicionados para un rápido y fácil traslado de carga desde las embarcaciones hacia las cámaras frigoríficas para que el pescado no pierda sus propiedades y calidad. 

Actualmente, a pesar de haber invertido algunos cientos de millones de soles en la modernización de decenas de DPA y la construcción de algunos nuevos, los pescadores y personas que laboran en relación al sector, padecen por la mala gestión que termina por deteriorar sus espacios de trabajo.

En Piura, una de las principales regiones pesqueras del Perú, desembarcaderos como el de Máncora, Cabo Blanco, El Ñuro, Los Órganos, y otros, se encuentran en la actualidad en malas condiciones que afectan la calidad de los productos marinos traídos por los pescadores artesanales de la zona. Tal es la deficiencia en la cadena de frío, que muchos de los pescados se descomponen en la intemperie causando, no solo pérdidas, sino también malos olores, y poniendo en peligro el resto de la producción.

Por otro lado, la situación empeora en algunos desembarcaderos de Tumbes, como el de Zorritos, Cancas o Caleta La Cruz, donde el muelle está en tan malas condiciones que es peligroso o imposible de usar. Es por eso que muchos pescadores se ven obligados a descargar la captura en las orillas de las playas y luego lavarlos con aguas que no cumplen con las correctas medidas de salubridad.

Se han dado muchos intentos por mejorar la condición de los desembarcaderos artesanales, pero siempre quedan cosas por mejorar que no son atendidas a tiempo y finalmente perjudican el resto del proceso. Por ejemplo: se implementan cámaras de frío, pero la falta de electricidad en la zona hace que todo acaba descomponiéndose. O los cimientos del muelle no son lo suficientemente resistentes y tras oleajes anómalos o corrientes como la de El Niño, terminan por quedar inhabilitadas para el uso de los trabajadores. 

Además, uno de los principales problemas de los desembarcaderos pesqueros artesanales de la actualidad es que la administración se le ha concedido a los principale gremios de pescadores artesanales de las zonas donde se ubican. Desafortunadamente, estas personas no cuentan la experiencia ni el conocimiento académico necesario para gestionar, aunque sí conocen, de primera mano, la actividad pesquera.

Solución a los problemas.

Para empezar, existen dos caminos enfocados en mejorar la gestión de los DPA: o los pescadores que asumen la administración se preparan previamente para la responsabilidad, o la administración debería ser asumida por una empresa privada que especializada en este tipo de gestiones, pero siempre en coordinación con los hombres de mar, quienes son los que conocen más de la actividad en el sector pesquero.

Por otra parte, la remodelación de cada DPA, que es tarea del Estado, requiere de una inversión de entre diez o veinte millones de soles; que incluyen los gastos para la reparación parcial o total del muelle y las plataformas de desembarque, las cámaras de frío, los sistemas eléctricos, oficinas de administración, áreas comunes y zona de estacionamiento para camiones que llevan la carga para la venta final.

Es una tarea pendiente muy importante para el gobierno; remodelar y mejorar los DPA y brindar las facilidades para los servicios básicos de agua y luz. Además, se debe considerar darles un mantenimiento periódico para prolongar el tiempo de uso estos espacios. De esta manera se podrá asegurar el trabajo de miles de personas cuyos ingresos se relacionan con la pesca, y también se tendrá mayor seguridad de dar productos en buen estado a los consumidores finales.